Después de un verano agitado y llenos de días felices sin restricciones, la vuelta a la rutina habitual: los madrugones, a los horarios, los libros y la propia adaptacion no provoca
un estrés que hay que saber gestionar.
10 recomendaciones para resisitir en el nuevo curso.
Como lo más importante para evitar este tipo de síndromes post-vacacionales es la
prevención,
daremos algunas pautas para que el paso del descanso veraniego a las
aulas no sea traumático y puedas ‘reacomodar’ tu vida sin darte
siquiera cuenta.
1. Una alimentación saludable. Siempre es importante
mantener un buen estado de salud, pero antes y durante el curso escolar
es más necesario todavía. Las exigencias y los esfuerzos van a ser
muchos, así que deberás llevar una alimentación completa y variada que
te aporte la suficiente energía para garantizar un buen rendimiento
escolar. Nos pierdas ninguna de las cinco comidas que has de hacer al
día y evita la comida basura y los bollos industriales (seguro que te
has hartado en vacaciones). Sustitúyelos por frutas y, en ocasiones, por
dulces caseros. Recuerda, ¡los excesos se pagan!
2. Organiza tus nuevos horarios. Durante las
vacaciones seguro que tus horarios de ir a dormir o levantarte han sido
un poco ‘moviditos’. Con la vuelta al colegio, deberás ajustar
nuevamente tus horas de sueño. Para que el choque no sea tan brutal,
prueba, un tiempo antes a poner en marcha poco a poco los horarios
escolares. Si lo haces de manera progresiva te adaptarás más fácilmente a
los ‘madrugones’ y no llegarás como un ‘zombi’ a clase ni acabarás
cansado el primer día de colegio. Además, evitarás estar irritado y
malhumorado todo el día.
3. Programar una incorporación progresiva a los deberes. Para
el tema de estudios, puedes hacer lo mismo que con los horarios:
empezar poco a poco. No estaría de más que dieras un repaso a las
materias del año anterior para que no te pille todo de golpe. Metido en
faena de deberes, establece un horario fijo con períodos de descanso
entre tarea y tarea. Adecua tu habitación a la nueva rutina, con los
materiales que vayas a necesitar a mano, así no tendrás que estar
constantemente moviéndote en busca de los lápices o bolis,
interrumpiendo tu concentración.
4. Evita dejar todo para última hora.
La compra de los libros de texto, el material escolar, la mochila, el
estuche, el uniforme o la ropa casual… todo debe estar preparado para el
primer día, aunque no lo vayas a utilizar. Preparar las cosas con
tiempo evitará la ansiedad y la preocupación que provoca el que
comiences las clases y tú aún estés detrás del libro de inglés.
5. Quedada previa con los amigos. Estaría bien que
hicieras una quedada previa con los amigos del colegio para romper un
poco el hielo del reencuentro. Seguro que los tendrás en tu tuenti o
twitter, así que utiliza las redes sociales y convócalos para hablar de
las vacaciones y de cómo se presenta el año.
6. Fuera malas vibraciones. Muestra una actitud
entusiasta y alegre respecto a la escuela. No lo veas como una carga u
obligación, sino como una situación llena de novedades y atractivos.
Evita la negatividad, recuerda que vas a encontrarte con tus amigos y
seguro vivirás momentos inolvidables a lo largo del año con ellos.
7. Levántate con tiempo. Es importante levantarse
con el tiempo suficiente de prepararse para ir a clase, si no quieres
que cada mañana se convierta en un sprint agobiante para llegar antes
que toque la sirena. Te ayudará el que por la noche hayas preparado no
solo todo el material escolar que necesitarás al día siguiente, sino
también la ropa que te pondrás sobre todo si eres de los que se quedan
delante del armario esperando a que este le sugiera el ‘modelito’ del
día.
8. Lleva algún objeto que te resulte familiar. Si la
inseguridad se apodera de ti y el estómago se te encoge cada vez que
inicias el curso, llevar en la mochila algún objeto familiar al que
tengas cariño, te brindará seguridad.
9. Expón los problemas de la escuela o instituto a tus padres o profesores. Si,
aunque tú no busques líos, son otros los que se meten contigo, antes de
que la situación se haga insostenible, habla con toda claridad con tus
tutores y padres. No te de vergüenza, ellos sabrán ayudarte de una forma
discreta.
10. Actividades extra escolares.
Las actividades extra escolares siempre supondrán un alivio en la vuelta
a clase. Disfrutar y relajar tu mente del trabajo escolar, mediante el
deporte o alguna actividad artística (música, manualidades…), permitirá
retomar con más ganas las tareas escolares del día siguiente. Pero,
¡cuidado! Tampoco te pases, estar ocupado todo el día incrementa la
responsabilidad, ya de por sí considerable, y puede hacer que actúes con
desgana. Además, reduce tu tiempo de hacer deberes y tu tiempo de ocio y
de relación con tus compañeros, factores imprescindibles para
sobrellevar la rutina del día a día.